
Cubri todas tus hendiduras,
No despiertes la voracidad del cazador.
Ya es tarde, escondete.
Tus pies,
Vibrantes y macizos.
Tus pies,
tan tuyos, te delatan.
Los ojos humeantes de la fiera se clavan en ellos,
No va a parar hasta arrancártelos.
Tus pies,
No provoques a tu depredador.
Tus pies,
Los tenías.
El descuido, nunca más.
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