
pero sus entrañas se retuercen furiosas.
Delirio subterráneo que afiebra el sentido,
marea insensata que se subleva
desde lo olvidado de su naturaleza.
El volcán duerme,
pero la substancia abrasadora habita su vientre.
En sus cavidades, tinieblas y fuego se disputan
la preeminencia de la quietud,
la revolución del impulso.
El volcán duerme,
pero la llama tiránica vence su estatismo.
Su sangre acumulada explota en un carnaval funesto
de fluídos secretos y vapores.
El vocán calla,
exánime y pensativo.
Hace un instante era lava,
Ahora es ceniza.
El volcán duerme.
9 comentarios:
WOW
What
Outstanding
Writing
Increíble la sutileza de tu analogía
PP
¿Sensatez o sentimientos? ese es el dilema
Lola.-
Pará de morderme Mery!!
Toda mujer es un volcán dormido ;)
Me encantó!!!!!!!!! Muy bueno! Seguí escribiendo así! Besos, Cami
Anónimo dijo...
Toda mujer es un volcán dormido ;)
Ojalá esto fuese cierto..
Una verdadera mujer es un volcan dormido, pero activo a flor de piel. Ante el más insignificante indicio sísmico la lava comienza a correr por sus venas perdiendo el control de su ser, dejandose llevar por sus instintos. Creo que a esto se refiere Mery..
Toda verdadera mujer es un volcan dormido, pero nunca, jamás, un volcán apagado. Pues los volcanes apagados simplemente no despiertan y es por ello que me repugnan. ;)
Anónimo, me captaste a la perfección!
La voracidad y transparencia de tus versos hacen que captarte sea fácil.
Ojalá todas las mujeres fuesen como vos.. verdadera mujer, volcán dormido.
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