
Sos mi idea de felicidad enclaustrada en la multitud. Detono mi mirada camuflada. Los otros son la maleza que me impide llegar a vos. Me infiltro, me cuelgo del caño con falso erotismo, avanzo a machetazos con mi cartera. Sos el amor de mi vida.
La multitud que aprisiona mi cuerpo me destiñe. Tus ojos me esperan agazapados. Feroces arañan las siluetas que nos separan. Suspiras y empañas los cristales. No desesperes, ya llego.
¿Cuáles serán tus vicios al amar? ¿Son hombre de rosas o de bombones? A mi me gustan las rosas frescas, llenas de perfume. Espero que lo adivines.
Parecés ingeniero, estás demasiado prolijo.
El momento de la danza. Mareos. Destreza. Por fin nos miramos a los ojos. Percibo el contorno de tu lunar. Me acerco, me tomo con fuerza de un asiento. Rozo tu piel. El movimiento del motor es nuestro ritmo, el colectivo nuestra pista. La ráfaga de aire que se cuela por la ventana te dan un look de pasarela. Instante perfecto, de película. El vals de Drácula y Mina. La danza de Shakespeare y Viola. Las piruetas de Sandy y Danny. Todos seguidas un de beso.
Te acercás más..sí tengo fuego, tengo hora, tengo lo que quieras. Soy lo que necesitas. Estirás tu mano sin pedirme permiso. Buena táctica. Pero ¿tocás el timbre? Es excusa ¿no? ¡No!¡No! No me dejés.
No puedo seguir soportando los amores transportables, borbotean mi sangre, incitan mis delirios. El deleite es tan fugaz y el precio demasiado caro. Bah, no tanto, ¡80 centavos!
1 comentario:
Mery como te banco!! de piscis tenias que ser.. jaja me mato el "tengo fuego, tengo hora, tengo lo que quieras."
Tus palabras me mordieron!
un beso,
negro
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