martes, 9 de marzo de 2010

Langostas

A mi bisabuelo y a los siete años de plaga que soportó

Alejandro Grieco cayó de bruces sobre la tierra pelada. Lo que la noche anterior había sido verde refulgente, hoy era pasto quemado, exánime. Pensar que no las escuchó. Pensar que había invertido gran parte de su hacienda en esa alfalfa efímera ¿Todo había sido un espejismo de abundancia? ¿O era esta una visión infermal, apocalíptica? El campo es traidor. El campo es malagradecido.
Alejandro Grieco frenó las lágrimas en su rostro lozano. Malditas. Impías. Górgonas diminutas y voraces ¿Cómo cortarles la cabeza? ¿Cómo desbaratar sus cuerpos escurridizos?
Alejandro Grieco se irguió estoico y desafiante. ¡Que vengan los siente años de plaga nomás! ¡que vengan!

No hay comentarios: